El baúl de los libros

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martes, marzo 29, 2005

El Halcón - Yasar Kemal

Decidí leer El Halcón exclusivamente para que no vuelva a suceder que haya un nuevo nobel de literatura que yo no hubiera leído. Yasar Kemal es un escritor Kurdo-Turco que ha estado a punto de ganarlo varias veces pero nunca le ha tocado, al parecer este año va para Medio Oriente por lo que quizá, si no muere antes, se lo den.

El Halcón es demasiado de aventuras y quizá demasiado costumbrista, pero es maravilloso visualmente. Como pintor, Kemal hubiera sido excelente, todo en su libro son imágenes a las que se es transportado como por arte de magia. Al Taurus, a las aldeas, al interior de las casas, se ven paisajes y detalles hermosos, gente, fuego, piedras, todo queda retratado.

La trama es, sin embargo, un poco pobre, muy predecible, como un western, divertido y entretenido, pero sin mayor reto para la cabeza.

viernes, marzo 18, 2005

Dublineses - James Joyce

Si se acepta que Ulises es el Quijote de Irlanda, entonces no quedaría más remedio que decir que Dublineses es el equivalente a las Novelas ejemplares, aunque no sea un libro de novelas, sino de cuentos y no sé si sean ejemplares.

El gran peligro de realizar una obra maestra (vaya adjetivo) es que todo lo demás que se haya hecho o se realice después queda circunscrito a la obra y se convierte simplemente en una referencia más. Tal pasa no solo en la literatura, pasó con Klimt y su beso, con Munch y su Grito, con Fauré y su Requiem, con Satie y sus Gymnopedias. Con Joyce, sin embargo, se acentúa un poco más, pues, debido a su falta de imaginación (dicho por él, no por mí), varios de sus personajes se repiten entre sus obras. Mr. Fitzpatric, Las hermanas Flyn, Miss Healy, Joe Hynes, Kathleen Kearney y sus padres, Lenehan, Bantam Lyons, Mahony, Mary Jane, Jack, Mary y Mrs Mooney, O'Madden Burke y todos aquellos que ahora no recuerdo aparecen tanto en Ulises como en Dublineses, y eso resulta un poco confuso. Mientras leía Dublineses no dejaba de pensar -Y este tal O'Madden Burke ¿dónde lo he oído? ¡Ah pues sí, en Ulises aparecía! ¿Pero qué hacía ahí? Quién sabe, solamente recuerdo el nombre-. Y cada personaje nuevo que aparece en cada cuento sucede lo mismo lo cuál entorpece la lectura.

Se agradece una cosa en Dublineses, la melancolía. Después de leer Ulises nunca pensé que Joyce hubiera escrito algo así, es hermoso.

lunes, marzo 14, 2005

El inocente - Ian McEwan

Por un momento creí que me había equivocado de libro y había empezado a leer un artículo largo del Selecciones. ¿Quién no ha leído una novelita barata de romance, aventuras y espionaje contra rusos y alemanes?
Sólo el recuerdo de haber disfrutado enormemente Expiación, me mantuvo firme en la idea de que Ian McEwan no podía ser tan malo, además no se puede decir que me estuviera aburriendo, así que seguí leyendo.

Algo pasó como a la mitad del libro, sin que esté seguro del momento exacto, algo maravilloso sucedió, cerré los ojos unos segundos y me dije -¡Qué buena está la novelita!- Y ya no pude dejar de leer. De repente, sin mayor aviso, la novelita rosa se va oscureciendo hasta tornarse siniestra. Hay una parte en específicio que podría quitar el sueño a más de algún asustadizo.
Lo anterior significa que una vez más McEwan me engañó, me hizo creer que su libro era malísimo sólo para demostrar su excelencia.

No puedo dejar pasar por alto que el libro, como todos los de McEwan, tiene una conclusión demasiado estudiada, demasiado buena, tanto que sale sobrando. Me gusta más pensar como Josep Pla, cuando dice que los libros no deberían tener final, dado que ninguna historia lo tiene.

martes, marzo 08, 2005

La batalla de Tebas - Naguib Mahfouz

Novela épica situada en el siglo XVI a.C. durante el gobierno tiránico de los Hicsos en Egipto. Trata de cómo los antiguos faraones egipcios son vencidos por los hicsos, tienen que huír de su tierra y luego volver para reconquistarla y lograr la emancipación de su pueblo.

Me sentí como leyendo Sinuhé el egipcio o El árabe y el Hijo del Árabe o alguno de la saga de Sandokan. Esto es, si hubiera leído La batalla de Tebas hace quince años, definitivamente me hubiera encantado.

La novela es un intento de Mahfouz, ganador del Nobel de linteratura en 1988, por exacerbar el sentimiento nacional egipcio, que empieza a renacer en la primera mitad del siglo XX. Los paralelismos son bastante claros.

Los hicsos (¿ingleses?) son un pueblo extranjero de piel blanca venido del norte que ha dominado el Alto Egipto durante los úlitmmos 200 años. Han dejado, sin embargo, que en Tebas un monarca Egipcio gobierne el Bajo Egipto a cambio de dinero y regalos.
La novela comienza justo en el momento en que los Hicsos hacen peticiones descabelladas al monarca egipcio para que no quede más remedio que declarar la guerra y apoderarse del sur.

Tiene de todo, guerra, destierro, romance, traición, alegría, tristeza, más romance y mucha obviedad. Cual libro juvenil, los buenos son exageradamente buenos y los malos completamente malvados. Ampliamente recomendado para menores de quince años.

viernes, marzo 04, 2005

El jardín de los cerezos - Antón Chejov

Después de años enteros de lecturas de todo tipo me di cuenta que jamás había leído nada de Chejov.
Decidí que no podía retrasar más a este autor cuando leí un articulo que hablaba sobre la escritura chejoviana, el estilo chejoviano o la vida de alguien muy chejoviano.
-¿Qué significaba eso de ser chejoviano?
Así es que fui a una librería y compré El jardín de los cerezos. Lo empecé a leer alegremente, sabiendo que pronto sería el conocedor de algo importantísimo y por mucho tiempo ignorado, de lo chejoviano.
La obra trata de cómo una familia pierde su posesión más preciada. Su jardín de los cerezos, el lugar donde vivían sus padres, abuelos, bisabuelos, etc. Un lugar hermoso que tenía que ser rematado por causa de las deudas de la familia.
Nada sorprende en el transcurso de la lectura, excepto la falta de sorpresa al principio, durante el desarrollo y al final.
Lamentablemente rápidamente terminé con la lectura con una sensación de no tener nada nuevo dentro de mí, ni me divertí, ni me entristecí ni aprendí nada. Lo peor es que no supe lo que significa chejoviano, ¿será algo así como aburrido?