El baúl de los libros

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martes, enero 25, 2005

El arpa y la sombra - Alejo Carpentier

Un libro de lo que piensa Carpentier que pensaba Cristobal Colón. Interesante, ¿no? ¿Puras mentiras? Puede ser que sí, sin embargo se agradece que nos llenen uno de los tantos vacíos que tenemos en la cabeza.

Un libro de lo que piensa Carpentier que pensaba algún Papa sobre Colón. Más interesante, y llena otras cuántas lagunas mentales. El tal Papa (del cuál no recuerdo el nombre) creía una buena idea canonizar a Colón, ¿y por qué no? Sería el único santo que realmente podría servir de enlace entre los dos mundos. Una causa para elevar al catolicismo a un nivel realmente universal.
¿Pero lo merecía? Después de tantas mentiras, tanta ambición por el oro, quizá uno que otro pecadillo con mujeres (dice el libro que con la mismísima reina católica).

El arpa y la sombra es pura ficción, pero qué reconfotante resulta incluirla en nuestra percepción histórica para llenar los vacíos.
Alejo Carpentier es uno de los autores que debió pero nunca recibión el preciado Nobel.

2 Comments:

At noviembre 18, 2007, Anonymous Anónimo said...

por q decir eso del libro cuando alejo lo escribio por algo sera no? bueno cada kien tiene sus opiniones d todos modos esta pag apesta y no tiene nada d verdad bueno ni interesant q sirva para el estudiante o investigador que kiera saber algo sobre este famoso autor de libros el famoso alejo carpentier..

 
At mayo 22, 2010, Blogger Ariel Batres V. said...

EL ARPA Y LA SOMBRA (1978)

Por: Ariel Batres Villagrán
Guatemala, 22 de Mayo de 2010

Al publicar en 1979 “El arpa y la sombra” (1978), a través de la Editorial Siglo XXI, el cubano Alejo Carpentier y Valmont (1904–1980), culminó una idea que le atribulaba desde 1937 cuando le correspondió realizar la adaptación para la radio, de la obra teatral “El libro de Cristóbal Colón” (Le Livre de Christophe Colomb, drame lyrique en deux parties -1933-), de Paul Claudel (1868-1955), pues a su juicio lo escrito por Claudel caía en el ámbito hagiográfico, atribuyendo al Almirante condiciones sobre humanas. Igual conclusión tuvo respecto al escritor católico León Bloy (1846-1917) y su estudio “El Revelador del Globo / Cristóbal Colón y su beatificación futura” (1884), inspirado en la obra previa de Rosselly des Lorgues, “Christophe Colomb, histoire de sa vie et de ses voyages, I” (París 1856).

En su novela “El arpa y la sombra”, Carpentier expone en la primera parte lo que constituye “el arpa”, por medio de la cual presenta a Pío IX al momento previo de firmar el auto por medio del cual autorizará dar inicio al proceso de beatificación de Cristóbal Colón; el Papa, que de joven fue conocido simplemente como el canónigo Giovanni Mastai-Ferretti (1792-1878), rememora los nueves meses que vivió en Chile en 1823, donde advirtió acerca de “la peligrosa manía de pensar” que privaba durante el siglo XIX, cuando las ideas de Rousseau y Voltaire influían en varios países de América que luchaban por sostener y defender su independencia recién adquirida.

En la segunda parte de la novela, Carpentier incluye “la mano” de Cristóbal Colón, exponiendo en primera persona lo que pudo haber pensado el Almirante en los momentos antes de su muerte (20 de mayo de 1506), cuando espera a un confesor que nunca llega. Esta parte es la más extensa de la ficción, pues el navegante -posiblemente genovés y quizá nacido entre 1436 ó 1456- efectúa un repaso de las mentiras que tuvo que urdir para convencer, después de 15 años de pasar por varias cortes europeas, a los reyes católicos españoles respecto a lo que podrían ganar si financiaban su primer viaje -a la postre serían cuatro-, incluyendo escenas de alcoba entre Colón y la propia reina Isabel. A lo largo de las páginas, Colón se revela como un simple ambicioso cuyo principal interés era la obtención de oro, reconociendo él mismo cómo en sus cartas menciona muchas veces la palabra oro y tan sólo una a Cristo, siendo la introducción de la religión cristiana en el Nuevo Mundo y la salvación de las almas indígenas, la supuesta causa principal de los viajes.

Al final, en la tercera parte del relato, se observa a un Cristóbal Colón ya fallecido, representado ahora como “El Invisible”, quien observa cómo el papa León XIII (1810-1903) hace un nuevo intento por lograr su beatificación en 1892 sin lograrlo -en ocasión del cuarto centenario del descubrimiento de América-, a pesar de las más de 800 firmas que contiene la solicitud, toda vez que el abogado del diablo que se opone a la misma, demuestra que lo escrito por Rosselly des Lorgues y León Bloy son puras invenciones. Al final del capítulo Carpentier introduce supuestas afirmaciones de connotados escritores y personajes que discuten con León Bloy rechazando unos la beatificación y burlándose del Almirante, y otros que lo defienden como el Postulador José Baldi -comerciante genovés que brinda fuertes donativos a la curia- quien los escucha a través de su figura de “El Invisible”, tales como Víctor Hugo, Julio Verne, fray Bartolomé de Las Casas, Voltaire, Alfonso Lamartine. Empero, aunque jocosos a veces los comentarios de los citados, no por ello dejan de ser solo eso, graciosos pero sin agregar valor a la ficción que Carpentier pretende contar.

Con todo y su esfuerzo, se considera que al final de la novela de Carpentier el lector queda desencantado de lo ofrecido: no se describe en qué consistió cada uno de los intentos de beatificación.

 

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